VECINOOOOO!!!!!!!

Me desperté con la idea en la cabeza de hablar acerca de los vecinos que he tenido y curiosamente hoy tengo que agregar una anécdota mas a mi larga lista. Resulta que estaba platicando en msn con mi amiga Desireé (visiten su blog) y de repente como a eso de la 1:15 p.m. escucho que quieren abrir la puerta, cabe aclarar que mi novio llega del trabajo como a las 4, además de que él toca la puerta porque no tiene llave de aquí...¿quién diántres quería entrar?!!! Una como vil provinciana que es, no puede negar todo ese trauma que aflora con respecto a que el D.F. es una ciudad muy peligrosa, los secuestros, los robos de niños, las violaciones....todo eso paso por mi cabezota... inmediatamente pensé en hablarle a mi novio, recordé que no tengo el número del despacho donde trabaja porque por desidia no lo he apuntado, marqué su celular y estaba el buzón...mientras tanto seguían forzando la puerta y para estos momentos yo ya me sentía protagonista de una película gringa, pensé en qué hacer, ¿iba a esconder a mi hija? ¿pero en dónde? ¿abría? NOOOOO!!! ¿Tomaba el cuchillo de sierrita que tengo en el fregadero? Tampoco!! Entonces cuando escuché que de plano ya querían abrir, como pude pregunté: ¿quieeeeeen eeeeees? Y entonces escuché un: agggggghssshh!!! Seguido de un ruido de bolsas del super y unos taconazos que bajaban las escaleras, lo que me hizo suponer que fue mi vecina la amargosa de abajo quien se confundió de departamento....jejeje, pero bueno, a lo que iba creo que esto fue una buena introducción.

A lo largo de mi existencia he vivido en distintos ciudades y departamentos, siempre rodeada de vecinos de todo tipo. Ya saben, existen cualquier cantidad de personajes que piden a gritos que se hable de ellos. Claro, hay vecinos buenos, como negarlo, pero en mi caso la mayoría pasan a ser mas analizables y recortables que x...
El primer edificio en el que viví (durante 15 años) pues me dio la oportunidad de conocer bastante gente, eran unos 30 o 40 departamentos si no es que mas...Por ejemplo estaba Doña Lupita, una señora como de unos 65 años que desde las 6 de la mañana estaba trapeando su pequeño patio (por así decirle a su parte del pasillo) con cloro, limones y quien sabe cuanto ácido para blanquear, era una señora bastante obsesiva con la limpieza y también bastante viborilla. Estaban las vecinas medio guilas (Betty Lu y Angeles) que desde los 10 años ya andaban en esas de novio y toda la cosa, recuerdo que escuchaban a Laura Pausinni con “Amores extraños” a todo volumen, y que en pocas palabras por alguna extraña y desconocida razón para mi, no me podía ni ver, cada vez que pasaba por ahí me gritaban, “mira ahí va patyyy, patyy manterolaaa” no sé que encontraban de gracioso en hacerlo, igual y nada mas porque el dichoso comercial estaba de moda y se enteraron que yo me llamaba así...

En fin, luego nos cambiamos, y en esta ocasión fue distinto, aunque esta vez si fue divertido... en el piso de arriba vivía una familia bastante tétrica, ahí vivía un chavo (Gabriel, pero yo le decía el Narizotas) al que le gustaba “cantar” así que nos chutábamos todo el concierto...siempre cerraban con “eterna soledad” de enanitos verdes, y yo me reía bastante desde mi ventana, porque cabe aclarar que no cantaba nada bien...el vecino del 3er piso, peor aun, era adicto a alguna droga, y se la pasaba gritando todo lo que veía mientras fumaba, decía que era dios, y que el era el padre de Luis Miguel...hace poco me enteré que ya se casó y dejó las drogas (bien por él) .

Luego en Guanajuato, todo fue bastante normal, pero en el último conjunto de departamentos que viví, habían estudiantes, y extranjeras, unas francesas que apagaban la luz del pasillo cuando ellas llegaban....y eso se me hacía tan odioso, porque no eran las únicas que vivían ahí pero por lo visto en Francia son muy individualistas...

De ahí me vine para acá al D.F., y he visto de todo un poco, al lado tengo un matrimonio de psicólogos con dos hijas bastante reprimidas, arriba a la clásica niña líder (con un acento chihuahuense muy marcado) que decide qué y cuándo jugar con los demás niños del edificio...Abajo está la vecina amargosa-voluble que me dio el sustito, jajaja...Como se pueden dar cuenta he visto de todo, como buena vecina me ha tocado presenciar eventos de todo tipo: pleitos, pachangas, arrestos, regaños... Creo que todo esto termina siendo una buena experiencia!